jueves, 2 de julio de 2009

Ciudadania Corporativa

Recomendaciones para la ciudadanía corporativa en el tema

Como recomendaciones futuras para la ciudadanía corporativa, en primer lugar, se sugiere que la empresa debería de implementar otro tipo de herramientas adicionales, con la finalidad de poder recuperar la confianza de sus stakeholders. Debido a que el fraude generado por Parmalat antes de su restructuración surgió internamente, desde los gerentes hacia los accionistas y demás stakeholders, se recomendaría implementar la herramienta de consultores éticos externos a la empresa, no solo como entes reguladores desde el punto de vista contable, sino considerando una supervisión más amplia en el impacto de la empresa y su actividad con el entorno. Existen hoy en día compañías que brindan estos servicios como KPMG, entre otros.
Por otro lado, se tiene que considerar que una compañía como Parmalat que a pesar de la imagen que mostraba sobre sus ganancias o utilidades, no impidió que sus gerentes cometieran el fraude, es decir que incluso se contaran con gerentes productivos o eficientes dentro de Parmalat, estos no poseían una formación ética solida. Por lo cual, se recomendaría como ultima herramienta para poder tener un mejor perfil sobre las personas que “conducen” a la empresa, realizar una formación y entrenamiento en ética. Esta formación puede ser brindad por universidades o institutos a través de talles, charlas o incluso MBA.

Asimismo, en relación con la triple base de la sostenibilidad conformada por lo Ambiental, Económico y Social, a diferencia de los otros dos, el aspecto social, el cual no se encuentra tan encaminado como los temas del aspecto ambiental y económico, debido a que ante el fraude cometido años atrás por Parmalat se generó un impacto negativo en la sociedad, desde el punto de vista de los stakeholders que fueron afectados negativamente, ya sea por la pérdida de confianza, dinero o empleo.
Por ello, se recomienda que la empresa deba de tomar con mayor iniciativa mecanismos para recuperar la confianza de sus stakeholders pero sobre todo, acciones que le permitan resarcir los daños causados a la sociedad. Es decir, que no basta con mostrar hoy en día información de una forma más abierta a través de los medios y esperar que los stakeholders simplemente vuelvan a confiar en la compañía, sino que se deben de implementar programas de ayuda frente a los trabajadores de la empresa y la comunidad en general, en los cuales se muestre un cambio de actitud y dirección en el negocio de Parmalat, donde no solo se muestre una compañía con fines de lucro sino además una compañía con un rol social.

Del mismo modo, una recomendación frente a la actitud “egoísta”, es que creemos que es indispensable para la empresa analizar desde el punto de vista ético, que actitud o que forma de pensar tienen sus dirigentes. Esto se debe a que a pesar del beneficio económico que puedan traer estos para la empresa, siempre es necesario considerar como están dispuestas estas personas a alcanzar sus objetivos, ya que es importante determinar posibles comportamientos futuros según suceso pasados. No se pretende decir que los dirigentes deberían de tener una forma estricta de pensar según una teórica ética. Sin embargó, se considera que una orientación más hacia una comunidad que como un individuo es un factor importante para el desarrollo de la compañía dentro del contexto en el que opere, sin perjudicar a sus stakeholders.

Por último, una recomendación importante frente a los factores individuales y situacionales que una persona o en esta caso un dirigente de Parmalat pudo tener para llevar a cabo esas acciones, es tener una cultura organizacional definida, la cual sea asumida por todos los integrantes de la compañía y sustentada o implementada de sus dirigentes hacia abajo según la jerarquía. Es decir, que se deben de tener valores y conductas éticas claras dentro de la empresa, con la finalidad de poder lograr que los dirigentes se sientan más identificados con el desempeño positivo de la empresa frente a su comunidad.
Por ello, contar con una cultura organizacional propia y bien fortalecida conformaría una importante herramienta contra los posibles factores individuales y situacionales que puedan surgir, ya que se buscaría crear una ambiente “familiar” de trabajo, permitiendo que los dirigentes y trabajadores tengan un sentimiento de pertenencia solido.
Esto permitiría evitar este tipo de fraudes, ya que considerarían a los demás como parte del análisis de sus acciones, evitando racionalizar los resultados, reduciendo la proximidad entro los beneficiados y los afectados, permitiendo medir las consecuencias desde otros puntos de vista, entre otros.